Depósitos y logísticas son los más afectados por perdidas de mercaderías debido al fenómeno de las lluvias tropicales.
Depósitos de las grandes urbes y alrededores se ven afectados por la saturación y desborde de canaletas y desagües pluviales en las últimas lluvias. El fenómeno del cambio climático por aumento de la temperatura ambiente sumado a los efectos de las corrientes marinas del “Niño” y “La Niña” generan lluvias de caudales atípicos en varias zonas del planeta.
Los cálculos originales para el dimensionamiento en techos de chapa y naves industriales han quedado reducidos para escurrir las aguas en forma inmediata, este problema es aún más agravado cuando las reparaciones son defectuosas, erróneas o por la falta de mantenimiento periódico.
La no prevención frente a “lo que viene” lleva a un colapso ineludible de los sistemas pluviales.
La Capital Federal y el Gran Buenos Aires están siendo afectadas cada vez más por el cambio climático. Respecto ello es muy poco lo que puede hacerse sin ayuda profesional para remediarlo.
Lo que sí se hace es padecer inexorablemente las consecuencias, y entre ellas los problemas de perdidas materiales debidos a la humedad, goteras, etc.
Es cuando se comienza a replantear el diseño de techos, de chapa u hormigón, que en principio estuvieron proyectados para una lluvia moderada y hoy reciben los caudales de lluvias que nada tienen que envidiarle a las de la selva Misionera.
Medidas para solucionar pérdidas
Techos de chapa
El diseño original de los techos tanto de viviendas como de galpones es muy costoso variarlo ya que implica el desmonte del mismo y con ello la inutilización de gran parte de sus materiales.
Una alternativa para mejorar el escurrimiento del agua es el agregado de embudos colectores y el redimensionamiento de los desagües pluviales en función de las nuevas precipitaciones. Esta acción preventiva, generalmente soluciona el 100% de los casos.
La única salvedad es en aquellos techos, que por su escasa pendiente y orientación sur, demoran el normal escurrimiento por efectos de los fuertes vientos que acompañan a las tormentas tropicales; generando filtraciones por los solapados longitudinales y trasversales de las chapas.
Para estos casos, existe una alternativa para evitar la demolición o las reparaciones sin resultados efectivos. Se puede optar por la construcción de una cubierta nueva sobre la existente, aprovechando su estructura y dotándola de una mayor pendiente. Estos trabajos se pueden realizar si previamente se ha verificado que las condiciones estructurales lo permiten.
Techos de mampostería u hormigón
En estos casos se busca la posibilidad de mejorar las pendientes por medio de la confección de carpetas con morteros “livianos” y el agregado de bocas de desagüe, que variarán en cantidad y dimensiones de acuerdo al cálculo.
Por lo general, al ser accesorios agregados, las bocas se ubican en el perímetro de la cubierta para disminuir el recorrido del agua de lluvia y a su vez evitar las obras en el interior de las viviendas u oficinas.